Pedro Enrique Sarmiento Solís, siempre en el corazón de la hinchada Poderosa.
Un año difícil para la memoria Roja, primero la ida de Víctor Luna, ahora Pedro, dos hombres que lograron que los hinchas rojos mencionaran su nombre y dibujaran una sonrisa en su rostro.
En el corazón del Deportivo Independiente Medellín, Pedro Sarmiento dejó una huella imborrable, un legado de pasión y entrega que resonará por siempre en las gradas del Atanasio Girardot. Su liderazgo, marcado por la humildad y la sabiduría, guió al equipo a la gloria en el Torneo Apertura 2004, una estrella que brillará por siempre y con luz propia en el firmamento Poderoso. Sarmiento, con su mirada firme y su espíritu indomable, supo forjar un equipo unido, donde cada jugador encontraba en él no solo a un entrenador, sino a un mentor y amigo. Su paso por el DIM no fue solo una etapa, sino una epopeya escrita con sudor y lágrimas, una historia de lucha y perseverancia que inspirará a futuras generaciones.
Hoy, mientras despedimos a Pedro Sarmiento, celebramos su vida y su legado, recordando cada momento de alegría y cada desafío superado bajo su dirección. Su espíritu vive en cada rincón del estadio, en cada cántico de la hinchada, y en cada gol que se grita con el alma. Sarmiento no solo nos enseñó a ganar, sino a creer en nosotros mismos, a luchar con el corazón y a nunca rendirnos. En su memoria, el Medallo sigue adelante, llevando consigo la esencia de un hombre que, con su sencillez y el empuje paisa, se convirtió en un símbolo eterno de nuestra pasión y orgullo.
Desde 1956 hasta la eternidad♾️