Primera jornada del campeonato |
Le ganamos a lo incontable: días, noches, lluvias, tristezas, desolación, miradas desamparadas, la muerte haciéndose festival y el dolor jugando de titular en cada uno de los partidos de todos los que se fueron. Aguantamos estoicos las más duras batallas y aunque siguen estando ahí, hoy la luz nos promete que al menos por 90 minutos vamos a correr un poquito las penas y derrotar, o al menos arañarle un gol, a esta enfermedad que nos cambió la vida, el rumbo y la realidad.
Abran paso a la locura que en el medio de la selva se levanta con los gritos de quienes nunca claudican y es que somos más que barro y ceniza, millones de historias de resurrección en una tierra que tiembla con muy pocos segundos de diferencia. Hagan lugar a la bioseguridad, la que hoy nos planta en el recinto que si no fuera por esta barbaridad, estaría atestado de miles y miles de fieles.
Sanar es conseguir mirar en los ojos de los nuestros, la tranquilidad que nos permita seguir caminando. Nada va a curar las heridas del alma, pero al menos hoy podemos reivindicar a quienes dieron su existencia porque sigamos sumando años.
Primera jornada del campeonato, 3.000 personas en las tribunas, un coro allá arriba sosteniendo la situación.
Vamos, Poderoso; por muchas alegrías.