Y el día llegó, volvimos un domingo al Atanasio y ganó el Poderoso.
El clima acompañó desde temprano, un sol radiante, un cielo azul que motivaba, aún más, para estar rápido en el parche del estadio.
Deportes Tolima, el actual subcampeón del torneo, que adicionalmente, contrató jugadores de selección nacional, pronosticaba un buen espectáculo, pero también advertía de un juego que no iba a ser fácil.
Las noticias para los más de 20 mil espectadores no arrancaron siendo las mejores, el 10, Andrés Ricaurte, que regresaba al club, sintió una molestia y tuvo que abandonar el campo antes de finalizar el primer tiempo, un primer tiempo que, con su claridad y la intensidad de Jean Pineda, había acercado al equipo rojo al pórtico tolimense.
La etapa complementaria encontró un Independiente Medellín bien plantado, pero que no encontraba por donde hacerle daño al equipo pijao.
El Rojo no sufría, pero tampoco estaba generando grandes ocasiones que levantaran al público, que en masa, no dejaba de alentar.
Sobre el minuto 70, el Atanasio se emocionó con el ingreso de Felipe Pardo, otro histórico Poderoso que regresaba al club de sus amores, un ingreso que le dio un nuevo aire al equipo y adicional a la llegada al campo de Luciano Pons, empezaron a generar zozobra a la zaga visitante.
Pero fue hasta el minuto 85, luego de un borbollón en el área, que la pelota quedó en los pies de Pipe, que no dudo y marcó el tanto que levantó el grito sagrado en la afición roja, que veía como el 17 anotaba el gol del primer triunfo del campeonato.
Una tarde redonda, un ambiente que arropó el equipo y lo acompañó a la victoria que abre un semestre, que pinta, esperanzador.
Ahora, el rojo va a Tunja a ratificar lo hecho y que, contra Deportivo Cali, el Atanasio esté a reventar.
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