Andrés Mosquera Marmolejo es una historia de aguante en el Deportivo Independiente Medellín.
Llegó en 2018, bajo la dirección de los hermanos Rescalvo, para competir el puesto con uno de los jugadores más históricos del club, David González, que tras su regreso al club, era un indiscutible.
Marmo nunca bajó los brazos, trabajó siempre por él y por el grupo, para mejorar y ayudar a ser mejor a los compañeros, siempre apoyando, siempre esforzándose y demostrando, las pocas veces que le tocó tapar, que estaba a la altura del arco de Independiente Medellín.
Para finales de 2019, con el título de la Copa Colombia, David se despedía del club, que quedaba con la tranquilidad de dejar el arco en las mejores manos, las de este golero, nacido en Carepa, Antioquia, el 10 de septiembre de 1990.
2020 arrancó muy movido, el Rojo se enfrentaba a Atlético Tucumán para entrar a la fase de grupos de la Libertadores, el juego definió en tiros desde el punto penal y allí se dio la primera gran actuación en el arco Rojo, siendo determinante en esa clasificación.
Luego llegó la pandemia, una época difícil para el club, pero el «barón» se mantuvo y en 2021, fue héroe de la final y de la definición por penales de la Copa ante Tolima, para levantarse con el bicampeonato de la Copa.
Marmo siempre importante, siempre salvador, siempre constante en sus buenas actuaciones, volvió a brillar en 2022, en un Pascual Guerrero lleno de hinchas americanos, lideró al Poderoso para conseguir la clasificación a la fase de grupos de la Copa Sudamericana, atajando penales en la tanda definitiva.
Un gran líder, un gran ser humano, un gran profesional, arquero de Selección Colombia, que escribió su historia con Independiente Medellín, hoy se despide de la ciudad y el equipo que fue su casa y que siempre lo será.
Tras la compra de un porcentaje de sus derechos económicos por parte de Santa Fe, le deseamos a Marmo lo mejor en sus nuevos proyectos y esta siempre será su casa.