Contagiados de optimismo |
Comenzó octubre, el penúltimo mes del año, periodo de definiciones y balances. Ya hubo autocrítica, se pasó la página a lo ocurrido en Armenia y ahora se pone el foco en lo que serán cuatro partidos en territorio antioqueño donde el margen de error es mínimo. La siguiente cita es este domingo frente a Atlético Bucaramanga, otro rival directo en la lucha por ingresar a la fiesta de fin de año de la que nadie se quiere quedar por fuera.
Acá llegamos con 14 puntos en 10 salidas, cerca del grupo de los ocho, una victoria será el marco ideal para recomponer el camino. No hay ahorros y el plantel es consciente del compromiso que tiene con un pueblo que merece que el equipo de su tierra le brinde alegrías. Ninguna mala racha dura para siempre, van a volver esos días de grandes gestas y hazañas.
Al frente está un rival que viene con ímpetu luego de su triunfo en casa frente al América de Cali, los dirigidos por Craviotto no se quieren ir vacíos del Atanasio y saldrán a jugar mano a mano. El equipo de Comesaña sabe y entiende de la obligación y ha trabajado fuerte en la semana para no ser sorprendido por el cuadro bumangués.
Es un lindo duelo, de recuerdos y anécdotas; de juegos memorables que nos metieron en finales, alegrías y tristezas, jugadores históricos que vistieron ambas casacas; partido de tradición que tiene otro capítulo en el Coloso de la 74. Al interior hay optimismo desbordado, confianza y convicción de que el objetivo de lograr la clasificación es posible.
Te esperamos en el Atanasio, que se viva una fiesta, que podamos celebrar con júbilo el cumpleaños de nuestra barra más popular, la Rexixtenxia Norte. Llevemos a los niños que se contagiaron de este amor y locura, a los abuelos que nos heredaron esta hermosa tradición; El Poderoso necesita de sus hinchas, esos que aman sin condición y que prometieron estar hasta el último día.
¡Vamos Medellín, creemos en vos!