Hoy juega el Poderoso |
La creación de las palabras y de los seres humanos encuentra su punto de igualdad en el mismo significado: tener quién cuente las historias. La finita línea entre la proeza y el salto al vacío, nos tira día a día un espejo en el que añoramos siempre ver lo mejor. Levántese, invita el grito de los hijos de Pasífae y los descendientes de Felipe Marino.
El sueño de los héroes, las luces del estadio, los goles más urgentes se hicieron en mi barrio. Cambió el mundo y nosotros con él, ahora no es tan fácil dar abrazos ni quedar mal parados en defensa.
Al cielo se sube por escalas de cemento, al infierno se llega en varios buses. Lo único certero de esto que caminamos, es que si miramos a lado y lado, está el respaldo de gente que siente que hay un futuro más próspero.
Pasará, la idea es que quede para siempre.
Vamos, Poderoso; por muchas alegrías.