Hoy juega el Poderoso |
Nuestro camino tiene un líder y a él nos apegamos. Es como una torre que quieren vencer o como un gigante que no son capaces de acabar. Fénix se quedó pequeño hace rato, ahora deberían las nuevas generaciones hablar de toda su capacidad. Viernes en la noche, fiesta para lo que aún se emocionan cada uno de los días.
Dos meses, sí dos meses, pasaron desde que esto arrancó. Acá es dando, andando, siguiendo y apoyando, porque qué atrevidos los que dicen que no podemos ser felices.
Gracias a Dios y al fútbol nuestros rezos van al cielo, sin aduanas, si odio y sin resentimiento. Somos los mismos de cuando empezamos y el término familia cada día adquiere mayor significado.
Vamos, Poderoso; por muchas alegrías.