Hoy juega el Poderoso |
Hay varias cosas que tienen sentido, otras que carecen de él. Es difícil explicar lo que se experimenta cuando en medio de tanta oquedad, aparecen dos nueves para salvarnos un rato. Este carrusel no para y ahora, por designios de unas balotas, volvemos a enfrentarnos al equipo con el que abrimos esta primavera. En este mar de tapabocas y alcohol en gel, paramos once tipos de nuevo para defender nuestras tonalidades.
Una luz apareció, como un faro milenario y fue el prócer de los sabios quien demostró que la táctica es un arma tan noble como respetar al enemigo. Este juego de los dioses se gana con la certeza de hacer siempre el trabajo con la constancia y el esfuerzo necesarios.
Noche, para darle una alegría a los confinados, a los encerrados, a los que no pueden ver el sol porque un virus nos carcome la cabeza.
Vamos, Poderoso; que todo sea lindo.