POR: VALENTINA FLOREZ CORREA
“Por fuera de las canchas es un chico extrovertido, alegre, le gusta compartir con sus amigos y ama los videojuegos”, así se describe Jonatan Mayorga de 16 años, integrante de la categoría sub 17 de las fuerzas básicas del Equipo del Pueblo.
Mayorga nació en la ciudad de La Puerta del Llano en el departamento del Meta, rodeado de sus padres y familiares, quienes hoy juegan un papel fundamental en su vida y su carrera deportiva. El volante 10 de ‘El Poderoso de la Montaña’ juega al fútbol desde los 5 años y desde entonces, la pelota se ha convertido en su motivación día a día.
El sueño de ser futbolista comienza en su entorno más cercano; en Ferretería la 15, un equipo de barrio que se convirtió en la primera casa de Jonatan para comenzar una relación con lo que, a hoy, le inspira: el fútbol.
Poco tiempo después, llegó a Alianza Llanos un poco más maduro y con el fin de perfeccionar su técnica y potenciar todas aquellas capacidades que lo preparaban para las siguientes etapas que en su momento, eran un sueño para él… sueño que en la actualidad tiene la posibilidad de vivir.
Iniciando su adolescencia, comenzó su proceso en uno de los lugares que recuerda con más cariño, el Deportivo Meta, equipo al que fue convocado para debutar fuera de la ciudad en torneos departamentales y nacionales, y que, como él mismo afirma, “allí se volvió fuerte”, además de “haber aprendido a estar lejos de casa por algunas semanas, pero manteniendo la misma motivación de enorgullecer a su familia”.
El seleccionado de su Departamento se convirtió en uno de los lugares favoritos para Jonatan, pues el hecho de salir campeones en distintos torneos a nivel nacional, sus entrenadores y la alegría de sus compañeros de equipo, hicieron que el joven se sintiera como en casa a pesar de no tener cerca a su familia en todo momento.
Para el joven villavicense, hacer parte de esta institución significó estar un paso más cerca del sueño del balompié, pues su proceso como deportista comenzó a ser más exigente y constante, llevando sus habilidades y aptitudes a tope encuentro tras encuentro, para poder llegar tan lejos como lo ha logrado hasta ahora.
Rumbo a la eterna primavera.
Su disciplina y compromiso con el deporte cautivaron a Edward Fuentes, un hombre que impulsó su carrera deportiva a un nivel más alto. Jonatan llegaría a la ciudad de Medellín, donde una nueva institución le esperaba: las Fuerzas Básicas del Equipo del Pueblo.
El talento no se improvisa, y Mayorga es el claro ejemplo de ello; desde que llegó al DIM, gracias a sus capacidades, tuvo la oportunidad de debutar con la Primera C y diversas categorías de la cantera, y a pesar de ser menor que los jugadores de dichas divisiones, logró cumplir con todos los objetivos de juego y “dar la talla” en esas categorías.
“La experiencia que acumuló el año pasado con el profesor Ricardo Calle en la categoría Primera C de la Liga Antioqueña de Fútbol le ha servido para que cuando esté con sus pares, marque la diferencia que marca hoy en el juego”. Así lo afirma Sebastián Rendón, entrenador de la sub 17 del Medellín, quien también manifiesta que, en muchas ocasiones, el juego de Jonatan aporta al desarrollo deportivo por sus “capacidades superlativas” y su fuerza en medio de los diferentes duelos que se presentan en los partidos. De igual forma, Rendón expresa que, a pesar de su corta edad, es un jugador que tiene mucho para entregar y potenciar en las canchas.
A pesar de haber vivido recientemente un fuerte episodio emocional en su vida, el cumplimiento de un año del fallecimiento de su padre, Mayorga ha sabido mantener la calma y la fortaleza mental que requiere un jugador de su talla, pues con el acompañamiento de sus compañeros de juego y entrenadores, su proceso se ha convertido un poco más llevadero. Además, este hecho se ha convertido en una motivación para él: luchar por su familia, en retribución por lo mucho que le han ayudado en su proceso como futbolista.
“Uno deja las tristezas de lado, solo se va a disfrutar a la cancha sin importar qué…”, al fin y al cabo, para él, eso es lo lindo de llegar a la cancha: la felicidad que alcanza, la paz que transmite jugar al fútbol.